Programas mantenimiento gente mayor.

En la actualidad la evolución de la población ha provocado un gran aumento en el número de personas mayores que, con demasiada frecuencia, pierden más calidad de vida de la que debieran por una disminución excesiva de sus capacidades físicas. En estos casos la realización de un programa de ejercicios personalizado, y dirigido por un fisioterapeuta, ayudará al mantenimiento máximo de la autonomía de la persona.

También resulta importante para la familia tener apoyo profesional tanto, para mejorar el cuidado y/o asistencia a la persona mayor, como para disminuir las consecuencias físicas en el cuidador.

¿En que consiste?

Se realiza una primera visita que consiste en una valoración del estado del paciente y una evaluación de objetivos  con él y/o con la familia. Con los datos obtenidos se crea un programa personalizado para la persona mayor.

En la segunda visita se enseñará y demostrará la realización  del programa a la persona/as que lo llevarán a término.

En un plazo de 2-3 semanas se realiza una visita de seguimiento, comprobación y resolución de dudas.

Además habrá un asesoramiento on-line y telefónico durante  todo el proceso.

Opcionalmente se ofrece el seguimiento continuo de la realización del programa con visitas y asesoramiento.

Beneficios de seguir un programa de mantenimiento.
  • Mantenimiento de la autonomía de la persona y su capacidad de cuidarse a si mismo. 
  • Mantenimiento de su capacidad de decisión sobre su tiempo libre, conservando en lo posible sus actividades y aficiones. 
  • Mejora del estado general; mejorando sus cualidades físicas (resistencia, fuerza…), su función respiratoria… 
  • Aumento de las capacidades de la persona y por tanto menor influencia de sus limitaciones en su vida diaria.
  • Prevención de nuevas complicaciones.
  • Mejora de la información de la familia y en consecuencia del proceso de acompañamiento y ayuda por parte del cuidador/es.
  • Mejora de la sensación de seguridad de la familia por el hecho de tener asesoramiento profesional.

En general podemos decir que tenemos dos grupos de beneficios, los directos al paciente, y que generan un aumento de la autoestima, y los que benefician a la familia y a la mejora objetiva y subjetiva de su función cuidadora.